Se acerca el frío y la lluvia, y dentro de poco esas gotas de agua se irán convirtiendo en copos de nieve que irán cubriendo poco a poco nuestras montañas y nuestras estaciones de esquí dejando las estampas y los paisajes blancos que tanto nos gustan.

Si ya estás planificando tus días para ir a la nieve, deseando ponerte las botas y recordar la sensación de estar encima de la tabla, o si es la primera vez que quieres practicar este deporte blanco que cada día va teniendo más “fans”, entonces, ¡es el momento de ponerse en forma para poder disfrutar al máximo de la nieve!

A diario leemos o nos hablan de los numerosos beneficios que tiene hacer ejercicio físico de forma regular y sistemática, tanto a nivel biológico como psicológico, pero muchas veces la falta de motivación y/o la falta de tiempo, que suelen venir de la mano, hace que siempre encontremos una excusa para retrasar el inicio del entrenamiento.

¡Es el momento de activarse y ponerse en forma! Todas las actividades encaminadas a mejorar la forma física, sobre todo tras un largo período de inactividad, deben realizarse de manera progresiva y estudiando bien la intensidad y la carga a nivel individual, pues cada uno tiene una condición física, una evolución y un nivel técnico distinto.

No quieras quedarte en la cafetería a las dos horas de esquiar o hacer snowboard mientras tus amigos siguen haciendo curvas, ni te quedes sin hacer esa ruta nocturna de raquetas que querías hacer o dejes de practicar Telemark porque tus piernas no pueden más. ¿Empezamos?

Nuestras recomendaciones básicas para un buen comienzo de temporada:

• Caminar mínimo 30 minutos al día. Si es a un buen ritmo cardíaco, mejor.
• Subir y bajar escaleras siempre que se pueda y olvidarse del ascensor.
• Hacer sentadillas en pared o sin apoyo.
• Realizar ejercicios para fortalecer abdominales y glúteos.

Y si a esto le añadimos 1 ó 2 sesiones de trabajo aeróbico a la semana, de 30-45 minutos, entonces será perfecto: andar en bici, nadar, patinar, saltar a la cuerda, correr, caminar…

Ahora ya no tienes excusa para llegar en buena forma esta temporada con todos los beneficios y ventajas que ello supone: huesos y músculos más fuertes, más resistencia, mejor coordinación y flexibilidad, mejor estado de ánimo, mayor sensación de bienestar y sobre todo, protegido contra posibles lesiones.

Esta temporada practica buenas huellas y sobre todo, ¡disfruta de las mejores sensaciones!